NUESTRA MISIÓN
Somos una FUNDACIÓN que busca implementar en Chile métodos innovadores y efectivos basados en neuroplasticidad a través del movimiento y el vínculo para apoyar a niños y adultos potenciando sus capacidades físicas, emocionales o mentales, permitiéndoles construir a partir de sus fortalezas, en un entorno afectivo y respetuoso.
¿Que hacemos y para qué lo hacemos?
El movimiento es vida.
La célula más pequeña y el organismo completo lo requieren para existir. Es necesario para expresarnos, para relacionarnos, para aprender. A través del movimiento comprendemos nuestro cuerpo
Entender nuestro cuerpo es esencial para el bienestar y el desarrollo.
Hay grandes avances en neurociencias en el estudio del bienestar y de cómo fomentarlo.
Con cosas simple nosotros podemos hacer cada día que nuestro cerebro funcione mejor, que sea más fácil aprender y poner atención, relacionarnos y comprender a otras personas...en suma, sentirnos mejor
Antes se decía que no existía, que el cerebro después de la primera infancia
sólo se deterioraba.
Hoy hay evidencia científica que demuestra que la neuroplasticidad existe y podemos utilizarla de múltiples formas, entre ellas apoyar a quienes queremos y a nosotros mismos y para aumentar nuestro bienestar
Nuestra historia
Macarena
Lucas tiene 3 años. Es alegre, participativo, regalón, curioso, sociable, le gustan la música y las naranjas.
A los 2 años, tuvo una asfixia por inmersión y estuvo en paro cardio respiratorio por casi 50 minutos. Inicialmente los pronósticos eran extremadamente poco alentadores. Luego de superar las primeras semanas, nos dijeron que un porcentaje muy bajo de su cerebro seguiría funcionando y que habría muchas cosas que él ya no podría hacer.
Lucas, que es muy resiliente, no solo sobrevivió, sino que estamos recorriendo junto a él una neuro rehabilitación que ha dejado a todos, incluido el equipo médico impresionados. Tuvimos la suerte de encontrarnos tempranamente con terapias respetuosas, que le han permitido avanzar de manera amigable y esperando su ritmo. Para mí fueron una enorme herramienta para comunicarme con él a través de un lenguaje no verbal, con tacto y el movimiento. Me permitió conectarme con su mundo interior y conectarlo a él con el mundo.
Ahora cada día hay un nuevo avance, está contento, se ríe, conecta con las personas, gira la cabeza hacia quienes le hablan, mueve sus brazos y piernas.
Francisca
Rafael tiene 16 años, es alegre, cariñoso, determinado, constante, valiente, esforzado y fuerte. Tiene un síndrome de X frágil que se manifiesta por discapacidad cognitiva, dificultades para comunicarse y algunos síntomas motores y del espectro autista.
Hace algunos años viajamos a Estados Unidos buscando metodologías que potenciaran sus capacidades y descubrimos nuevos enfoques y técnicas basadas en el movimiento, en el cuerpo y en fortalecer el desarrollo que han determinado grandes e inesperados avances y nos han llevado por un camino de mayor autonomía y socialización, a la vez que han sido respetuosas con su proceso, fomentando su crecimiento desde las fortalezas.
Esto motivó que yo comenzara a estudiar y capacitarme y, posteriormente al experimentar sus avances, quisiera compartir con otros lo aprendido.
Poder aprender nuevas y eficaces formas de apoyarlo, ha sido maravilloso y no sólo lo ha ayudado a él, sino a toda nuestra familia y las herramientas que he aprendido, me han permitido sentirme mejor a mí también.
Camila
Vivo en Santiago con mi esposo, Gonzalo y mis maravillosos hijos, Leon y Lorenza.
A lo largo de mi vida, siempre me ha llamado la atención no sólo conocer, aprender y conectar con mi entorno. He tenido la suerte de conocer personas extraordinarias que me han mostrado que la vida es más sencilla de lo que creemos y que en una sonrisa, una mirada o un abrazo está lo importante. Gracias a ellos, coincidí en la vida con Francisca y Macarena que me invitaron a ser parte de este maravilloso proyecto que hace posible lo imposible y que logra sonrisas, miradas y abrazos.
Pude además comprobar la naturalidad y efectos de estos métodos en mi hijo León. Él tiene un tic motor que aparece cuando siente stress y ansiedad, esto además de ser muy agotador para su cara, le produce una respuesta emocional intensa. Con la ayuda de estas técnicas hemos logrado que disminuyan los tics, pero más importante aún, ha aprendido a entenderse y a gestionar sus emociones sin reprimirlas, ni sentirse ahogado por ellas. Entendí la importancia y el nivel de impacto de lo que hacemos cuando un día se miró al espejo y me dijo “Mamá me encanta como soy, no cambiaría nada de mí”. Entonces, ¿Cómo no querer ser parte de algo que nos llena la vida a todos?.
Los invito a todos a mover barreras en sus vidas, porque nada es imposible y sólo no cambia lo que nosotros mismos hacemos permanecer constante
TESTIMONIOS
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